500 días en Pandemia ¿Cómo lo vivimos los kinesiólogos?

500 días en Pandemia ¿Cómo lo vivimos los kinesiólogos?

La primera semana de agosto se cumplieron 500 días desde que aquel 20 de marzo de 2020 en que se declaró la pandemia por el COVID-19 en nuestro país. Desde ese día hasta hoy, nuestra prioridad fue poder acompañar la labor de nuestros afiliados con decisiones y acciones responsables y solidarias.

En primer lugar, se postergó el pago de aportes, de planes de pagos administrativos y de cuotas de préstamos personales durante ocho meses consecutivos, y cuando se regularizaron nuevamente los pagos, ofrecimos opciones de regularización con bajísimas tasas de interés.

Además, se suspendió el aumento del valor del Módulo Kinésico en 2020 y pusimos a disposición préstamos con tasas preferenciales de 14,5 y 19,5% de interés, que recién comenzaron a abonarse en enero de este año. De enero a diciembre, se entregaron 107 préstamos, por un total de más de 8 millones de pesos. El 92% de los préstamos otorgados fueron de la línea COVID y fueron solicitados tanto por jóvenes profesionales y jubilados (40%) como por afiliados activos de más de 36 años (60%).

A los afiliados que lamentablemente tuvieron que atravesar el COVID y necesitaron suspender su actividad profesional, también pudimos acompañarlos a través de la prestación por incapacidad transitoria por un plazo más extenso al habitual para esta prestación, lo que permitió que cerca de 500 colegas pudieran recibirlo.

También estuvimos atentos a todos aquellos colegas que se desempeñan en hospitales públicos y se encontraban en la primera línea de atención, a quienes les entregamos más de 1200 kits de protección que contenían 2 tipos barbijos (5 barbijos KN95 y 3 barbijos quirúrgicos), 1 mameluco y 5 camisolines hidrorepelentes.

Independientemente de las acciones vinculadas al acompañamiento de los profesionales en actividad, pudimos asimismo y sin haber aumentado el valor del módulo kinésico, actualizar las jubilaciones y pensiones y continuar realizando acciones en resguardo del patrimonio de los afiliados.

Muchas de estas acciones realizadas fueron posibles gracias a las inversiones que desde hace algunos años permiten a la institución tener mayor solidez para afrontar situaciones de contingencia sin poner en riesgo el aporte de los profesionales.

A nivel administrativo, fortalecimos todos nuestros canales de comunicación digitales, y tanto nuestra web como las redes sociales oficiales y las líneas de Whats App se convirtieron en fuentes primarias de información y consulta para nuestros afiliados.

También trabajamos rápidamente en optimizar la gestión de trámites, permitiendo la gestión a distancia y flexibilizando los requisitos para que puedan acceder a todos los beneficios, incluso aquellos que adeudaban períodos pre y post pandémicos.

En cuanto al funcionamiento de nuestras tres sedes, logramos sostener todo el sistema administrativo y de atención al afiliado de forma remota durante los primeros meses de emergencia. Y luego, fuimos una de las primeras instituciones profesionales habilitadas para abrir sus puertas, cumpliendo un estricto protocolo de higiene y seguridad elaborado por la Coordinadora Provincial de Cajas de la provincia de Buenos Aires.

La pandemia no finalizó, y día a día nos presenta nuevos desafíos. Lo importante es lo que aprendimos y que estamos mejor preparados para seguir cuidándonos.